Me llamo Mayka Zabala, soy una mujer que ha recorrido un camino personal profundo y transformador. He enfrentado la dependencia emocional, el maltrato físico y emocional, así como abusos sexuales a lo largo de mi vida. Durante muchos años, estuve desconectada de mí misma, aunque externamente mostraba confianza y seguridad. Desde mi infancia hasta la adultez temprana, lidié con una baja autoestima y complejos relacionados con mi apariencia física, aunque rara vez los expresé abiertamente. Mi niñez estuvo marcada por la dependencia de mi padre y un fuerte deseo inconsciente de complacer a mi madre.

Inicié estudios en estética y posteriormente en Psicología en la Universidad Autónoma, aunque abandoné esta carrera al darme cuenta de que no satisfacía algo interno que en ese momento no comprendía completamente. Me casé, fui madre y trabajé en el negocio familiar durante varios años, tratando de encontrar estabilidad y sentido en medio de mis propias luchas internas.

Fue mi separación, que reconocí más tarde como un punto crucial, la que desencadenó un profundo proceso interno en mí. A partir de ese momento, comencé a experimentar diversas etapas de crecimiento personal y espiritual. Esta ha sido una verdadera búsqueda de mi auténtico ser, un viaje para reconciliarme con mis heridas emocionales y descubrir mi verdadero propósito en la vida.

A través de este proceso, he aprendido a valorar mi propia fortaleza y resiliencia. He trabajado arduamente para sanar las cicatrices emocionales del pasado y he encontrado consuelo y guía en prácticas espirituales y de autoconocimiento. Cada experiencia, por difícil que haya sido, ha sido parte integral de mi viaje hacia la autoaceptación y la realización personal.

Hoy, me dedico a compartir mi experiencia y conocimiento con otros que puedan estar pasando por situaciones similares. Mi objetivo es ofrecer orientación y apoyo a aquellos que buscan comprenderse mejor a sí mismos y encontrar paz interior. Creo firmemente en el poder transformador de la introspección y la autocompasión, y estoy comprometida a seguir creciendo y aprendiendo en este camino de vida continuo y enriquecedor.