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Ángel Aranda · Conoce a nuestro equipo · Autoconocimiento Noaya

Ángel Aranda

FORMADOR EN CRISTALES Y MINERALES

Ubicación: Barcelona

Ángel Aranda nació en la vibrante ciudad de Barcelona en febrero de 1954. Desde una edad temprana, Ángel experimentó una conexión profunda con la naturaleza, una relación que se manifestó a través de su fascinación por las piedras y los cactus. Entre estas plantas, encontró una especial afinidad por aquellas que tenían más pinchos, apreciando su resistencia y singularidad. Esta fascinación infantil no solo se mantuvo a lo largo de su vida, sino que también moldeó su camino profesional y personal.

En 1987, Ángel decidió incorporar la venta de piedras y minerales al negocio familiar. Este negocio había sido iniciado en 1969 por su padre, inicialmente enfocado en artículos de colección como sellos de correos y monedas. Con el tiempo, la pasión de Ángel por los minerales creció, llevándolo a enfocar el negocio exclusivamente en la venta de piedras y minerales. Esta transición marcó un nuevo capítulo en la historia del negocio familiar, convirtiéndose en un punto de referencia para los amantes y coleccionistas de minerales.

El compromiso de Ángel con su pasión lo acompañó hasta su jubilación en febrero de 2020, cuando finalmente decidió cerrar la tienda. Durante estos años, se dedicó de manera autodidacta al estudio de la energía de las piedras y su impacto en los planos físico, psíquico y emocional. Desarrolló un método único para evaluar la idoneidad de un mineral según el estado individual de cada persona en un momento particular. Este enfoque personalizado le permitió ayudar a muchas personas a encontrar las piedras adecuadas para sus necesidades específicas.

Además de su trabajo en la tienda, Ángel se dedicó a compartir su vasto conocimiento a través de diversos medios. Impartió talleres y ofreció charlas y conferencias sobre el tema, colaborando también en revistas especializadas, programas de radio y televisión. Siempre mantuvo una postura de objetividad al recomendar piedras, procurando interferir lo menos posible en la elección de cada individuo. Aunque en ocasiones utilizaba el péndulo como herramienta complementaria, su enfoque principal seguía siendo el test del estado energético de la persona.

Hoy en día, aunque retirado de su negocio, Ángel Aranda continúa compartiendo su pasión por los minerales y su profundo conocimiento sobre su energía y efectos beneficiosos en la vida cotidiana. Su legado perdura no solo en aquellos que lo conocieron personalmente, sino también en todos los que han aprendido de su sabiduría y dedicación. La historia de Ángel es un testimonio de cómo una pasión nacida en la infancia puede florecer y enriquecer la vida de muchos otros a lo largo del tiempo.

 

 

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